Plantas
Salvia
Salvia: procede del latín salvare, significa ‘salvar’.
Una virtud predestinada
Considerada una planta sagrada en algunas civilizaciones por su efecto purificante, la salvia fue muy utilizada por los boticarios de la Edad Media para la elaboración de remedios. Entre los siglos IX y XVIII se cultivó abundantemente en los monasterios. Los chamanes nativos americanos utilizaban su decocción para curar las infecciones y las heridas externas. Su nombre no deja ninguna duda sobre sus virtudes: es «la que salva».
Equinácea
Una riqueza enorme en una planta tan pequeña
La equinácea era utilizada por los curanderos nativos americanos para curar heridas, dolores de garganta, dolor, resfriados, tos. Se suele recomendar un tratamiento con equinácea a principios del invierno para reforzar el sistema inmunitario. La equinácea, reconocida por sus efectos cicatrizantes y desinfectantes, se ha convertido en un clásico de la fitoterapia para numerosos tratamientos.
Árbol de té
Indispensable en todos los botiquines de viaje
Aunque en Europa se conoce desde hace poco tiempo, los aborígenes australianos llevan mucho tiempo utilizándolo por sus propiedades terapéuticas. Los científicos han demostrado que es un potente agente antiinfeccioso y antiviral. Además, esta planta actúa sobre el sistema inmunológico reforzándolo. Su aceite esencial es imprescindible. Se ha ganado un lugar en todos los botiquines de viaje por sus cualidades para la higiene bucodental, la desinfección local, el cuidado de la piel o el tratamiento por vía interna.
Flores de saúco
Una auténtica «farmacia ambulante»
Se reconocen en toda Europa sus propiedades expectorantes, diuréticas, antipiréticas y antiinflamatorias. Esta planta común y abundante suele considerarse una «farmacia ambulante» por sus innumerables propiedades terapéuticas y profilácticas. En primavera se utiliza para depurar el organismo de las toxinas acumuladas durante el invierno. El saúco es una planta que nuestras abuelas siempre tenían a mano, tanto por placer como para el cuidado.
Pino silvestre
Los beneficios desconocidos de un árbol tan familiar
Su aroma es suave, dulce y especiado. Su acción es refrescante y vivificante. El aceite esencial de pino silvestre es beneficioso para las vías respiratorias. Es muy apreciado por los herboristas por las valiosas sustancias que contienen sus yemas, también denominadas «cogollos». Además, también se reconoce su capacidad desintoxicante para los fumadores.
Eucalipto
Eucalipto: respirar a pleno pulmón.
El eucalipto, árbol originario de Australia, era utilizado por los aborígenes como cicatrizante y antipirético. Desde su aparición en nuestras latitudes, tan pronto se declaraba una epidemia de gripe, se hervía eucalipto día y noche para propagar su efecto desinfectante. Se dice que su olor fuerte y refrescante favorece la concentración.